viernes, 29 de junio de 2012

Cuando no estamos

Me extrañarás, amigo, en los días de copas y excesos
cuando al filo de la madrugada
los ebrios mal caminan sus pasos
a través de una calle de gatos negros.
 Me extrañarás, amigo, cuando falte un brazo a tu diestra
donde puedas soltar las risas y el llanto,
esas quejas del borroso pasado
y las glorias de los días desvelados.

 Recordarás entonces, como la luna contemplaba
esa amalgama etérea de alcohol e inconsciencia
la relidad dada vuelta y la cerveza chorreando por la acera.
El vómito y el olvido, las puteadas y los amigos,
la noche recién comenzando y las canciones a todo pulmón,
esas cosas que no salen bien, lo que pudo ser mejor.
Será a la vuelta, en mi prometido regreso,
cuando, borracho compañero, continue el brindis eterno,
los vasos chocando y las risas de camaradería,
los reuniones de aquellos buenos días.
Los días de copas y excesos
cuando al filo de la madrugada
los ebrios mal caminan sus pasos
a través de una calle de gatos negros.

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