lunes, 26 de marzo de 2012

Intrascendente historia de desgracias.

Este señor del que voy a hablar de aquí en más, sin contar su pasado ni su nombre, (el primero por ser muy largo y el segundo por no resultar necesario) tiene las manos entumidas, pero no es por la razón aquella que imaginé yo al principio. No, no es por frío, puesto que los guantes los tiene a su costado y no los usa.
Este hombre del que hablo, está sentado en su escritorio frente a un montón de libros grandes, con portadas negras y letras doradas. Tomos de alguna enciclopedia que no sé distinguir y que él estuvo hojeando durante, al menos, una hora sin enconcontrar nada interesante a simple vista.
Sus ojos ahora se concentran en un punto cualquiera. Quizás mira el fuego a cinco metros de su persona, encerrado en la chimenea. En su lugar yo perdería, la vista y la cabeza, por la ventana que se sitúa a su diestra, donde se pueden ver montañas llenas de nieve, todo gracias a la luz del sol que llega a la luna y que esta refleja hacia los campos que anteceden a las montañas ya mencionadas, dando lugar a que contemplemos a dos perros ladrándose y jugando en el lodo. Allí antes había nieve, pero el tiempo y un ligero sol hicieron su trabajo, la tierra se mezcló y de tal forma me cabe la idea de que mañana tocará bañar a los dos labradores que corren incansables hasta el granero.
Pero ninguna de estas ideas es la que abstrae al señor del que hablo, este que, para leves efectos de misterio, privo de su nombre.
Las manos entumidas, en eso estaba. Pero ahora que presto atención nuevamente, las manos se han movido y sujetan tensamente un papel; un folleto, creo distinguir.
Sí, eso es, un folleto. Un folleto con una palabra alarmante que hace las veces de título: GUERRA.
Me temo que yo, en mi cerrado mundo de libros y canciones, me he perdido ciertos aspectos de la actualidad, los mismos que han llevado a publicitar, de manera muy amarillista una iniciativa que provoca que las manos se entumezcan, las miradas se pierdan y las mentes no encuentren párrafos interesantes en diez tomos de enciclopedia, grandes y viejos.
Me temo que yo no tengo mucho por decir, así que nos sumergiremos en los pensamientos de este señor, de pasado desconocido, para descubrir un poco más, algo que nos pueda importar y que tenga relación con la intención mía al comenzar este relato.

-Son las diez, tan pronto! Un día perdido. Bueno, es verdad que no sabía nada de estas cosas y no tengo la culpa de no poder hacer nada, pero es un día perdido de todos modos. Miguel ya está dormido y Lupe también. Mi Lupe, cómo va a llorar cuando se lo cuente! Con qué cara me acerco yo a...
A Miguel le diré: "Hijo, esto no es lo que debería suceder, nada es culpa nuestra sino de polítiquerías y guerras personales. Te piden, por medio de una carta adjunta a este folleto tan patriota y amarillista, formar parte del primer escuadrón de ataque e invasión en la frontera noroeste. Se anunció la guerra hace un par de días y aquí no nos llega la noticia hasta hoy. Nos dicen como consuelo que defenderas tu hogar pero sabemos que es mentira. Lo que dicen en realidad es que deberás matar y estar dispuesto a morir por defender las ideas extremistas de un régimen político del que jamás fuimos ayudados. Nos piden enviarte a ser asesinado para que en los libros futuros aparezcas como un mártir o héroe que protegió una libertad que nunca estuvo en juego. Estas mentiras que nos dicen, y esta petición maldita, son irrevocables. Son las diez y pico de la noche y en un momento llegará un camión de soldados a recogerte. Los de tu edad, asustados. Los generales, envalentonados e ignorantes, con ordenes en la punta de la lengua. Te diría que huyas pero la traición se castiga con la muerte inmediata y tu madre no está en condiciones de presenciar cómo arrastran tu cadáver hacia mis pies. Milicos hijueputas, sanguinarios, malditos. Y todo esto es porque vivimos en un país de mierda que no tiene escapatoria. Será siempre maravilloso y rico, regido por idiotas incompetentes y pedantes."
Así le diré pero con palabras distintas, con menos rabia y alimentadas por una esperanza diminuta que no me deja llorar. Así le digo, con seriedad y voz inquebrantable que si algo somos, es hombres.
A Lupe no le contaré, no la despertaré. Por la mañana estará tan disgustada conmigo que le tomará un par de horas caer en cuenta de que su hijo no ha de volver pero que antes de dormir le dijo que lo amaba. Ya me imagino las lágrimas y reclamos a ese Dios en el que ella se escuda.
Imagino que uno de estos días nos llegará una carta de Miguel, tal vez dos en un mes. Pero se detendrán cuando llegue al punto exacto donde deba realizar avanzadas estratégicas, eliminando contrarios.
Imagino su mano temblorosa, que sólo tomando una pluma se sentía felíz. Iré a su cuarto después de dos meses de que se haya ido para recoger todos sus poemas. Leeré los que tratan de amor y dejaré de lado esos que resumen su intensa depresión. Soy tan mal padre que a veces pienso que aún mis errores le ayudaron a ser este gran hombre que contemplo en fotos. No soy culpable de todas tus penas, y quizás una bala malvenida te las arrebate por completo. Ni tú ni yo creemos en otra vida después de esta, y eso nos relaja.
Mi Lupe, sólo tu me quedas, destrozada, malherida, sedienta de justicia, esperanzada.

Aquí detengo por completo nuestra inmersión en la cabeza del buen señor, del triste señor. Caigo en cuenta de que no he comentado mi intención al hablar de este hombre que ahora camina hacia la habitación de su hijo, siendo las diez y cuarto de una helada noche de diciembre. (Qué fantasmas son estos que llenan mi corazón, haciéndome pensar que los retratos del pasillo me vigilan mientras miro el rostro descompuesto del buen hombre que camina hacia la habitación de su hijo?)
Decía, entonces... Mis intenciones no eran otras que apelar a la empatía que sus cuerpos encierran, para así entender y ayudar a esta familia entrada en desgracias.
Hacendado venido a menos, con cáncer terminal, cosa que el desconoce y atribuye sus dolencias a la edad.
Una esposa entrada en años que sóla sería incapaz de correr estos terrenos. Inevitablemente debería vender, pagar cuantiosas deudas y vivir sus últimos años en una pensión del pueblo cercano. Un cuarto mal amoblado que ella pensó, en días pasados, compartir con su marido sin saberlo condenado.
Ahora, díganme ustedes, acaso una desgracia adicional era necesaria? Pues no, amigos, ninguna más debería haber recaído sobre estas buenas personas, si hubiera un Dios que tomara partido en los destinos de sus más perfectas creaciones.
Y dejenme explicarles que es por esto que yo creo en un Dios que está allí, viéndonos simplemente. Mirándo, refrescandose, durmiendo, nada más. Pero mis ideas ahora, no son relevantes.
El cuadro que contemplo en estos instantes, desde respetuosa distancia, sería en realidad triste para aquellos susceptibles: El señor nuestro, parado, con la espalda bien recta, frente a su hijo en igual postura, junto a una cama deshecha que sigue tibia y confortable. Ya sabemos, no las palabras sino el mensaje que se está transmitiendo en esta charla de padre a hijo.
Lamentable, por supuesto. Por eso mismo giro el rostro y para mi desencanto veo el camión de soldados venir por el camino enlodado por el que corrían los labradores. La entrada a la hacienda llenándose de ruidos de motores y el verde camuflado tomando parte del paisaje.
Si quise causar empatía en ustedes con esta historia, con la nada simple esperanza de que sus corazones sean menos fríos, pues bien, nunca planeé terminar enterándolos de una desgracia tan inmensa, de un destino tan fatal y compartido.
Que quede en sus mentes que hacer con esta historia, puesto que yo perdí ya las ganas de hablar.

sábado, 24 de marzo de 2012

Mi hija juega en el lodo, buscando pequeños caracoles que se descubren cuando la ola regresa al mar.Tratan de hundirse, pero los dedos de Nina los atrapan. Viene corriendo hacia mí para mostrarmelos, entusiasmada, sonriente. Pasa lo mismo cuando ve una concha que no sea blanca. Tengo en la mano una funda llena de ellas. Tirarlas sería imperdonable y causa de llanto.
Llevo horas mirándola jugar y ella no se cansa, mientras tanto, sin descuidarla, miro alrededor.
La playa está perfecta. El sol calienta levemente el agua para no congelarnos.
Algunos cerros se divisan a lo lejos. Detrás de mi, cabañas de comida. Todo es típico, un ambiente costero tradicional, o al menos se esfuerzan en mostrar eso a todos los turistas extranjeros que toman mil fotos en cada metro de arena, con un ángulo distinto.
Nina acaba de ver un pez muerto, arrastrado a la horilla por la marea. Me grita para que corra a su lado a presenciar tal suceso inesperado, nuevo, radical. Todo en su pequeño mundo es así. Todo está por estrenarse y, al igual que la sonrisa de los gringos que toman fotos, ella queda estupefacta con todos los paisajes. Yo sé que todo esto es hermoso, me transmite gran fuerza estar aquí, pero aquella sensación de sorpresa la perdí hace mucho.
Comienzo a caminar hacia las olas, buscando eso que las causa, sin curiosidad alguna pues conozco que no llegaré más allá. Sigo sin saber nadar.
El mar es un manto celeste donde desemboca toda la basura que tiramos alguna vez. Al menos aquí no se ve, todo está limpio y mi hija corre, salta sobre el agua para salpicarme.

A través de tu sorpresa vivo, Nina. Con tus ojos observo todo nuevo y trato de deshacerme de todo concepto e idea sacada de los libros para poder explicarte, fantásticamente, porque aquel caracol es verde, porque el de allá tiende al negro, porque esa roca tiene forma de corazón.
Te encanta y lloras porque la ola que te hizo caer, arrastró la piedra lejos.

Estoy sólo, parado en el límite entre mar y arena mojada. El agua salada me toca los dedos, apenas.
Conozco este olor a salitre desde hace tiempo, lo disfruto igual.
Me sumerjo. LLego hasta dónde el agua alcanza mi pecho y aún puedo tocar el suelo.
Este semicírculo enorme es de mi tamaño. Casi puedo tomar toda la costa con las dos manos y levantarla. La acerco a mis ojos. Sorprendeme! le grito.
Quisiera seguir caminando, detenerme para resistir la siguiente ola y avanzar. De a poco se pierde de vista las sillas, el parasol, Nina y su madre.
Estoy sólo.
Quisiera seguir caminando, aunque el agua me cubre por completo y las olas entre enteras por mi nariz; aunque quiebren en mi rostro y me partan a la mitad, verticalmente. Eso, poéticamente, me haría felíz. Por fin divididos los dos seres que represeno.
El mar es llano, no camino sobre el agua sino por debajo.
No hay nada detrás, sólo una costa desconocida en frente.
Descubrí un nuevo continente, le llamaré "Hogar". Qué vengan todos, aquí hay esperanza.

Me despertaste del sueño, hija. Tu dirás, "siempre distraído, papi". Me halas de la mano hasta llegar al hueco que cabaste. Corro detrás de ti pero mirando al cielo y las casas de hermosos acabados que han levantado los nuevos habiatantes. Sabes, Nina? Vienen millones de extranjeros aquí cada año, la mayoría se va. Se van los pobladores también, quieren encontrar un cambio en la ciudad. Los que no tienen los medios, se quedan y ayudan a aquellos rubios de ojos azules que han levantado negocios en este rincón desconocido. Algunos hombres y mujeres, esos que piensan en igualdad y paraíso, los que no creen en un Dios fijo sino que aceptan las ideas de los demás y en lugar de rogar, actúan. Algunos soñadores se quedan aquí, deleitados por toda la extensión de belleza que tratan de vendernos, a los mismos ecuatorianos, con publicidad en la tele. Podríamos pensar que no sabemos apreciar, pero es normal. Cada quién busca lo que quiere cansándose, tal vez, de lo que siempre ha tenido.
Nadie es profeta en su tierra simplemente porque tiene la mirada acostumbrada.
Y nada de mi monólogo te importa, lo que tu quieres es que te tome la foto con el pony que hala la carreta de aquellos niños.

Olón y Montaña eran comunas iguales, pero la altura de las olas diferenció a Montañita. El Reef se celebra aquí cada año, junto con el triple de extranjeros y triple de nacionales que hay actualmente.
Estos maleteros llegan y no se van nunca más. La vida no es tan cara (los lugareños toman provecho de las carteras internacionales), el lugar es perfecto. Este es el epicentro del arte comunitario, la música. Lleno de hosterías, bares, el ambiente respira al unísono con los entusiastas. El lema punk surte efecto: Has lo tuyo a tu manera, vive y deja vivir. Controlada anarquía y la presencia ignorada (necesaria por defecto) de la policía.
Olón es para los turistas menos parranderos, con una playa más tranquila.
Decenas de pequeñas poblaciones con acceso a la playa conforman la ruta del Sol.

Mientras tu duermes, pequeña, saldré a caminar. Tengo en el bolsillo los pequeños caracoles que me diste, los más bonitos. Mañana conocerás aún más lodos dónde meter las manos.
Trato de soltarte en el mundo de a poco, no quiero que tu mente se vuelva tan inexpresiva. Esta mente que alguna vez creyó saberlo todo y tu reparaste con tu llegada. Por supuesto, nada es perfecto y las huellas me quedaron. Sigo dañado pero no es nada que no pueda controlar si tu me ayudas, si veo a través de tus expresiones, que no es importante cubrirse de lodo sino encontrar el molusco más grande.

lunes, 19 de marzo de 2012

Breve historia de un pueblo.

En el pueblo dónde me crié existen tres empresas que mantienen la economía del lugar, dando trabajo a la mayor parte de la población, directa o indirectamente. Las tres forman parte de la misma sociedad.
Mi pueblo se llama Coronel Marcelino Maridueña en honor a un militar al que, por sus servicios, allá por mil ochocientos y algo, le fueron regaladas estas tierras.
Una o dos haciendas se crearon en el lugar. Aquí vacacionaba gente de dinero y trabajaba todo el que llegara pidiendo empleo.
Dejo de lado la historia completa, que esforzándome recordaría, pero es un tanto innecesaria en el exorcismo que intento realizar.
La hacienda "La Tigrera" y la hacienda "San Carlos" eran las más grandes de la zona.
Al pie del río, en "San Carlos", se instala el primer trapiche que serviría para sacarle provecho al principal producto de la localidad: la caña de azúcar.
A medida de que la producción de azúcar crece, así como la venta del producto por su buena calidad, la hacienda se agranda adquiriendo territorios cercanos, comprando más maquinaria y llamando la atención de todo el país. De todas las direcciones llegan personas sedientas de prosperidad, poniendo manos a la obra en un trabajo no tan nuevo. Luego descubrirían que los sueldos no eran tan buenos, que los vales que recibían para canjear en las tiendas no alcanzaban para mucho. Aún así, la fama se extendió. Cada año más trabajadores y más azúcar, tanto así, que fue necesario traer una rama del ferrocarril hasta la hacienda para facilitar el comercio.
Más atención para el lugar, la población creciente se asienta en los alrededores.
La hacienda pasa a ser "Ingenio San Carlos" y la hacienda "La Tigrera" se convierte en una parroquia de Yaguachi (bajo el nombre del Coronel), que daba cálida acogida a quien quiera que necesitase un trabajo.
Rozando caña en los canteros, bajo el sol y la lluvia, esquivando serpientes, mosquitos, llenándose de polvo. De pronto una nueva generación nace de estos trabajadores que vinieron a parar a la nueva promesa económica de Ecuador. Cada nueva vida se la celebra con guarapo, con puro, todo salido de la caña. El aguardiente más refinada, puesta en labios de cada trabajador para alegrar su vida y monótono trabajo.
Hasta aquí puedo comprender la evolución, el crecimiento desmedido del Ingenio, el entusiasmo del zafrero a pesar de no ser el mejor empleo del mundo. Novedad, pueblo creciente, vida, atención, promesas de buenos días venideros.
Tierra sembrada y trabajada por los mismos hombres durante años, herencia para sus hijos.
El Ingenio se encargó de poner un mercado para sus empleados, además de seguridad armada para todo el pueblo que se dividía en campamentos. Un pequeño hospital, una escuela para niños que años más tarde serviría también como colegio. Luego, una escuela para mujeres, donde también se preparaba a las señoras en carreras cortas, como: corte y confección, pastelería, cocina.
Cuando hay buenas ideas, el desarrollo llega pronto y así pasó cuando se creó Papelera Nacional, empresa dedicada a la producción de papel y cartón en todas sus variedades, aprovechando las sobras, el bagazo de la caña de azúcar. Una sociedad prolífica entre el Ingenio y Papelera.
Necesariamente la cantidad de empleados creció. El pueblo tomó forma y alas, recibiendo a todos los ilusionados. Tierra nueva y de promesas que se consolidó cuando surgió la tercera empresa: Soderal S.A.
Mencioné que de la caña, los trabajadores conseguían fuerte licor para encantar los viernes y sábados, y para hacer agradables los domingos al son de los pasillos mientras los niños corrían de un lugar para el otro, en medio de la calle de tierra y árboles. Pues de la caña, Soderal se encarga de extraer varios tipos de alcohol para su distribución a nivel nacional.
En Marcelino Maridueña, o San Carlos, como le llamamos en honor al Ingenio, todos se conocían. No, no era un pueblo de completo bienestar, eso es imposible. Muertes, enfermedades, malos borrachos, envidias. Pueblo chico, infierno grande. Más eso es común en cualquier sociedad, desarrollada o no.
Un hecho que no deja de sorprender pero es común: cuando muera una persona, al menos dos más se van. Para acompañarse, quizá. Somos muy unidos, parece.
Tres empresas en un tiempo donde nadie escuchaba hablar de calentamiento global y sobre contaminación, dieron a los pobladores la sensación de seguridad y al país una gran fuente de ingresos y fluidez económica. A pesar de esto, Marcelino Maridueña estaba abandonado por parte del Estado de turno, con vías de acceso deplorables y dependiendo de un Yaguachi que jamás le significó de ayuda.
Las personas, las ideologías y política no se quedan quietas, y si es bueno o malo, es relativo.
Un grupo de San Carleños toma personal la tarea de convertir al pueblo en un cantón de la provincia del Guayas. Viajan en caravana a Quito, la capital, hasta la puerta del Congreso Nacional para hacer la petición de independencia y exigir al Estado tomar en cuenta, dibujar en su mapa, a Marcelino Maridueña.
Luego de un año, todos los pedidos fueron aceptados. Es en este punto donde comienza el presente del cantón Coronel Marcelino Maridueña.
A causa de la cantonización, el Ingenio, Papelera y Soderal se desentienden del cuidado de la comunidad que ellos propiciaron. Se podría decir que en parte esa actitud fue justa, pues, con municipalidad, alcalde y concejales, el cantón tenía todas las armas para exigir del Gobierno los materiales para su desarrollo.
Llega un cuerpo de policías, de agentes de tránsito, y autoridades que regirían en el nuevo cantón, y esta podría ser la causa del estancamiento actual.
Partidos políticos, gente deseosa de poder, dinero que llega a un municipio que no se esfuerza por disimular su desinterés. El discurso de siempre en campaña, las promesas...
Ese es el plano general. Ahora bien, las personas siguen siendo las mismas, porque tal vez, el tiempo es cíclico y las almas vuelven en cuerpos nuevos.
El aguardiente continúa en las calles que ya están asfaltadas pero que se vuelven a dañar con los fuertes inviernos. Tenemos varias escuelas y colegios, pero los San Carleños nos vamos buscando la ciudad.
Las masas buscan progreso. Todo es efímero.
Yo quisiera volver. Aunque sea atractivo Guayaquil, la calma de las calles que conozco de toda la vida, me incitan a regresar. Aunque allí tenga poca afinidad con los gustos de los demás, mis mejores amigos se quedaron.
Voy cuando puedo y es que jamás olvido la vista desde la terraza de mi casa, que da hacia un campo, todavía verde, lleno de árboles.
La gente allí se queja, pide diversión, se harta de la monotonía. Para es casi perfecto el tono del atardecer en cada caluroso día y la música que me acompaña es tal vez una definición conceptual del sentimiento (lentitud, piano, repetición, costumbre): Agnes Obel, "Philharmonics".
No sé bien a qué quería llegar contando esta simple y aburrida historia.
Pienso que quiero quejarme de mi mismo, de mi falta de conformismo, aunque suena a que me estoy alabando.
Allá pude haber conseguido ya, con 18 años, trabajo en una de las empresas, mujer, casa. El sueldo es bajo pero la vida no es costosa y hasta ciertos lujos nos permitimos. Mi familia es conocida en todo el cantón a pesar de que las familias tradicionales han ido desapareciendo. De los fundadores y trabajadores viejos que se quedaron a vivir quedan muy pocos. Mi abuela y abuelo se conocieron y se quedaron en el pueblo. Construyeron una casa que tenemos hoy un tanto abandonada. Mi abuela viuda no quería irse pero al final, razones sobraban.
Tengo cariñosamente guardado en mi recuerdo al pueblo que me vio nacer. Este que acogió a mi madre luego del divorcio. Aunque no he sido de los más aventureros, aunque he sido de los retraídos, de los que les gusta leer y pasar en casa, disfruto el paisaje aun más que otros.
Un paisaje ya nada campestre sino globalizado. Un pequeño centro comercial cerca de casa. Autos del año rondando por las casi nada estrechas calles. Ropa de marca, celulares, internet. Progreso? Sí, porque no decirlo así.
La noche es igual para todos pero a mí me enamoró.
Soy un asmático, enfermedad común en muchos niños de la comunidad, y aún así, disfruto ver como lluevo ceniza cuando en zafra queman los cañaverales para eliminar cualquier bicho mortífero. También matamos el medio ambiente, claro.
De a poco se despide a más trabajadores, rozadores de caña, para reemplazarlos con máquinas que hacen el triple del trabajo por día, reportando mayor ganancia a las empresas, las cuales pagan elevados impuestos al Estado que envía de vuelta ese dinero como presupuesto para el municipio. En cada estancia del proceso, parte del dinero va desapareciendo y para los habitantes, la pérdida más obvia es la que se da en el municipio. Pero alcalde tras alcalde, política y charlatanería nos han dejado en claro que la situación estará así por mucho tiempo.
Progreso estancado.
Otra vez, pierdo de vista mi queja, aunque en realidad quiero quejarme de todo. Del maldito sistema. De mi incipiente depresión. Del negativismo que guardo y mi desinterés por casi todo.
El cantón sin personas no existiría, pero sería hermoso si lo tuviera sólo para mí y para ella, que nació también, en el mismo año que yo, en la tierra más dulce del país.
Ella heredó toda esa dulzura, cabe recalcar, sin caer romanticismos.
Qué quiero yo de la vida? Quizá, solamente, quedarme allá, en San Carlos a vivir, pero alejado de sus monótonos trabajos y chismosa población. Ser parte de las calles pero no de la sociedad.
Todos creyentes, todos borrachos, todos criticando.
Quién dijo que somos buenos?
Sí, tal vez lo somos, pero yo me niego a reconocerlo. Podría decir, para ceder un poco, que un día nos portamos bien, otro mal.
Pero así es en todas partes, el resto es publicidad.
Trabajar toda la semana en un empleo de mierda, tomar desde el viernes, entregarle la quincena a mi mujer para la comida, tener 2 hijos. Es deprimente, para mí, enumerarlo así como lo veo, pero es fácil y llama la atención. Conozco quienes viven felices de tal modo.
Yo me resigné a viajar, a estar fuera y buscar algo diferente. Tengo ganas de hacer algo especial, y escribo con esperanzas de aprender a hacerlo bien.
He de volver, respirar, ver llover, bajo aquel pedazo de cielo.
He de ser algo distinto o al menos el intento de una persona.
Hasta mientras vivo con la cabeza revuelta, sin demasiada constancia, con un trabajo a medio tiempo que me desgasta a pesar de no hacer nada.
Perdí de la mente miles de cosas que quise poner en papel.
Me siento distinto a como empecé y el corazón grita que todo tiempo pasado fue mejor. Pero ambos sabemos que no.

martes, 13 de marzo de 2012

Luis Rueda. Te suena el nombre?
Lo más probable es que no.
Cantante ecuatoriano, nacido en Guayaquil y vecino de quiteños por algún tiempo. Líder del grupo Trifullka, de quienes recuerdo poco y  nada, por mi edad. Una canción suya logró colarse al zeitgeist del populacho: "El pelo quinto (los maestros del amor)". La canción fue grabada sin seriedad, una letra simple pero que los ecuatorianos tomamos como una buena de descripción de un punto en la vida de cualquier muchachito que comienza a chupar seco (ingerir aguardiente). El Pelo Quinto se ganó el repudio de Lucho Rueda. Luego la relación se suavizó y actualmente la canta de vez en cuando, por joda y para contentar a la masa.

Si le preguntas a alguien por la calle si ha escuchado a Rueda, te responden: El del pelo quinto, loco? Simón!
Luego de eso, nada. Pero Luis no paró.
Trifullka se separó. Un Luis solista sale a buscar suerte al extranjero. Dos experiencias suyas que conozco: Una en España y otra en Argentina.
En la madre patria lo llaman para ser parte de Elektra, banda conocida en el underground. Condición: Que cante con acento. Lucho se negó rotundamente; o lo aceptaban como sudaca o se iba. No duró mucho en Elektra por ese tipo de conflictos.
Esta canción, un tratado sobre la migración. O algo así:
En Argentina graba el disco "Yo Lucho, lo demás Rueda" con grandes temas. Personalmente me parece una evolución, buenas letras, un sonido mejor logrado. Pero yo no soy crítico. Se aleja un poco de el rock pesado que ha estado determinado en hacer a lo largo de su vida (no he pegado aún videos en concierto, con canciones más metaleras, luego van!)
Y es verdad que te fuiste, me dije un tanto triste, enfrentándome al hecho de que ya te perdí. Y en contra de la usanza, no alcé al cielo venganza, ni exalté mis heridas, ni me quise morir. Perfumé mi pañuelo, di rienda suelta a mis sueños y, olvidando tus prisas, un día al fin sonreí. En el calor de otros besos, entre alborotos y excesos de aquel feroz tren expreso al que sin ti me subí...

Una burla hacia la música pop:
Lucho, en concierto con su banda, El Feroz Trío Expreso. Muchos de estos conciertos se realizan en sus cumpleaños. Es un artista auto financiado. En Guayaquil el rock no da para mucho, somos bastantes pero dispersos. Diva Nicotina, El teatro del Maac, ciertos bares de de Montañita (playa) y la serranía acogen a la banda a lo largo del año. En el Quito Fest, Luis es infaltable, hasta ahora.
Muchas buenas canciones. Demasiados videos tendría que colgar aquí.
Fundas negras, El perfecto Acabado, Mil veces Uno, Aires Nuevos, Adentro, Asciendeme a Marido, Penas.
De rock pesado a baladas.
Un tipo sencillo con un propósito claro: Hacer rock, dar muchos conciertos, rodearse de panas, espíritu indie.
Acaba de inaugurar su estudio "Grabaciones Al Mango" (sino me equivoco) dónde apoyará a bandas locales con ideología y buen sonido. Esperemos que todo resulte bien para él, un terco que no declina.

Este post es un agradecimiento muy retrasado por la Velada Acustizada Romantifuchiperriculiar, un conciertazo donde fuimos pocos pero arrechos!

lunes, 12 de marzo de 2012

Una de mis peores cartas. Stay away.

Hola, Sara...

Estaba en mi cuarto, solo y me atrapó una extraña sensación. Caminé por la sala, fui a la cocina, entre a orinar. Estoy completamente solo aquí, y a pesar de la sensación extraña, algo como intranquilidad, me siento mejor que estando acompañado. Por supuesto, si tu estuvieras acá me sentiría mejor.
Por eso vine a escribirte.
Mientras recorría la casa, y cada vez que paso por la sala, especialmente, recuerdo mis intenciones de pintar todas las paredes de negro. En una u otra podríamos hacer dibujos. Murales, graffitti dentro de casa. Pero la idea nunca te simpatiza. Debe ser porque conoces mis gustos. Tiendo a proponer pinturas o cuadros melancólicos, o al menos, que te producen tristeza. Sabes que a mí no. Es lo que me gusta. Dices que es porque me acostumbre a la soledad, bueno, entonces es en parte tu culpa, por irte siempre.
Pero no, nací solo y así me quedo.
Me explicas siempre que, entre cuatro paredes negras, no serías capaz de cogerme igual. Caray, acaso el color quita el deseo! Pues al parecer, sí. Gustos, gustos.
Recordé que sólo en la cama dices "malas palabras". Estoy sonriendo por ti ahora.
Eres extraña. Me susurras cosas sucias y a la mañana siguiente eres tan correcta.
A tu alrededor siempre controlo mi lenguaje, pero cuando no estás puteo a cada rato.
Gustos y costumbres.
Ya olvidé por qué te fuiste esta vez, no sé que tipo de trabajo estás haciendo o si al menos tienes internet para leer esto.
Sigo pensando en que si nos casamos, nos sentiriamos encerrados. No porque vayamos a prohibirnos algo, pero... siempre hay un pero.
Ya olvidé porque te fuiste esta vez y si vas a acostarte con otros mientras estás fuera. Me gustaría que no lo hagas.
Ayer vi un par de película porno. La primera comenzaba con un hombre solo, tal como yo lo estoy ahora. Pedía una pizza por teléfono. Treint minutos o gratis, le dijeron. Esperó y esperó. Al cabo de 40 minutos llegó una linda señorita pidiendo disculpas por el retrazo. La pizza debía ser gratis pero ella le rogó que le diera el dinero. Ella a cambio haría lo que el quisiera. Ahí empezó el sexo.
Todo tan típico. Hemos perdido la imaginación, eh! No sé porque se molestan en escribir estos guiones simples.
Mientras todo ocurría yo pensaba en mí, que es algo que hago muy bien.
Pensaba en que parece que te extraño.
Pensaba en mi falta de ánimo para salir de casa.
Pensé tambien en que soy un tonto por no haber recordado que puedo pedir pizza por teléfono. Ayer comí atún en lata y galletas. Bueno, tampoco es que tuviera tanta hambre, pero siempre es mejor comer pizza, uno de los mejores inventos de la humanidad.
Te imaginas que la pedía y media hora después, una señorita sexy, en moto, llegaba a casa y me preguntaba si podía comerla conmigo, dentro, en casa?
Vaya, debería ser guionista de pornos y dejar de lado eso de querer escribir novelas.
Y más aún, tú nunca me leerías, entonces, para qúe trato de convertirte en un personaje?
Pero no dejaré de escribir. Es obvio que no lo haría, si un e-mail o hasta un mensaje de texto mío es eterno. Las letras me quitan las sensación extraña que sentía antes de comenzar a escribirte esto.
Mis letras, las de otros.
Tengo un amigo que escribe buenas reseñas de libros y otro que recomienda todo lo que le cae en las manos. Tambíen hay una mujer, que me encanta, escribiendo sobre música.
Hoy me pasé mirando, por internet, pinturas de Miró, Dalí, Picasso, Rembrandt, Velázquez.
Leí cuentos de un escritor argentino, gordo, que no sé como se llama, siempre se me va el nombre, pero le han puesto millones de apodos.
Has escuchado a la banda Sigur Ross? (llevan signos raros sobre la U y la S, creo, y no sé ponerlos) Los escuché el otro día, me gustaron. Igual que Mogwai.
Justo ahora está en pausa "The Descendants" con George Clooney. Le gustó a uno de esos amigos que te comenté arriba que recomiendan cosas, y me decidí por verla.
Me ha gustado hasta ahora. Toda la película va desde la perspectiva del protagonista pero te dejan, por medio de planos amplios, basar bien las cosas sobre un terreno hermoso, como son las isalas de Hawai. Al principio vi como se cayeron un par de "cáscaras", o la máscara de Matt, el protagonista.
Comienza con buena música, luego su voz en off narrando la situación de una manera un tanto superficial, pero el espectador no quiere juzgar nada como superficial pues la tragedia envuelve todo el discurso. Él es optimista pero a la vez se queja de sus problemas, agravados por la situación de su esposa (está en coma).
De pronto se cae una máscara. La cámara enfoca fijamente su rostro mientras está en una reunión de negocios. Su monólogo interior ha ido pasando por cada una de sus actividades, dando vueltas alrededor del problema con su mujer e hijas, describiendo la monotonía de su vida. En la escena vez sus ojos, se hace el silencio y su voz cambia.
Está preocupado, le duele todo.
Por fin, sinceridad.
Palabras que ruegan se les otorgue un tono optimista cuando en realiad son una súplica a la vida por mejores momentos.
Escenas después cae otra cáscara. Entre sus dos hijas, con su relación problemática, se da cuenta que no tiene autoridad sobre ellas. Es tan sólo un nuevo conocido al que tratan como amigo y comparten la casa. Pero no tan grave como se escucha, pues se nota que se quieren. Son cosas de las edades. O es lo que quieren que pienses. Tú siguele la corriente.
La historia no es típica pues está bañada en momentos sinceros.
Son escenas no reales cómo cuando la niña intenta poner una película porno. En esta vida, fuera de la pantalla, no verías suceder, tan fácilmente, algo así. Y para eso son las películas. A lo que voy es que cada escena es como haber filmado lo que haríamos en verdad si nos encontraramos en aquella situaciones. Ahí no se refleja lo que hipocritamente haríamos, como lamentarnos y llorar a cada rato.
Acabo de subir para ver cómo comencé esta carta. Cuándo la leas verás que he escrito todo como si estuvieras escuchandome. Sí, no lo niego, es para espantar la soledad. Es un texto demasiado aburrido y largo. Si llegaste hasta aquí, te felicito. Yo no lo hubiera hecho, creo. Es más, ni siquiera me re-leeré para saber qe cad palabras esta correctamante escrita.
Hasta aquí llego. La sensación volvió, la cura no sirvió hoy.
Voy a recorrer la casa otra vez. En realidad necesito esa pintura negra.
Estoy sólo y tengo hambre, voy a abrir la última lata de atún porque sexys chicas entregando pizzas, no existen.
Voy a acostarme en el mueble. Quiero encontrar qué es lo que me duele dentro del pecho y espero que la mente no me grité que lo que me molesta es que te hayas ido.
Ah, por cierto, terminé el libro de Huilo Ruales que me recomendaste, "Qué risa, todos lloraban", estuve muy bueno. Luego te hablaré con más detalles.

Hasta luego, Sara.

PD.: Si te acuestas con alguien allá, donde sea que estés, no vuelvas. Si no lo haces, bienvenida a casa! Tráeme unos chocolates.

jueves, 8 de marzo de 2012



El video que he colgado me acaba de llegar por facebook, quizá ya lo han visto. Veintisiete minutos de una historia trágica.
Un estadounidense, Jason Russell (creo escuchar) arma este cortometraje a manera de recordatorio de las desgracias por la que pasa Africa, los rebeldes, matanzas, guerrillas, raptos de niños, etc.
Es parte de Invisible Children, una campaña de ayuda a niños que fueron secuestrados, los ayuda a reintegrarse al sistema, llevar una mejor vida. Al menos eso es lo que sé, tres minutos luego de ver el video. Estoy completamente seguor que no debe faltar por allí alguien que hable mal de esa fundación, pero lo investigaré luego.
El video también es la principal propangadno para una campaña en contra de Joseph Kony, el líder de LRA, un grupo rebelde que comete todos los crímenes posibles y, dice el narrador, con la única intención de mantener un nievl de poder y control sobre la población.
A Kony lo tienen como el número de uno de los ciminales internacionales, arriba de montón de dictadores, cómo se muestra en algunos documentos.
Este video-propaganda muestra una historia realmente conmovedora, llantos incluidos, un tierno niño al que le explican quienes son los malos para darnos a entender directamente que pensar. Bueno, puede que todo lo allí expuesto sea sincero, pero critico desde ya el hecho de que sea tan predecible y típico. Pero es la mejor propaganda porque es el tipo de información que llega sentimentalmente, por ese lado sirve.
La propuesta es empapelar el mundo con la frase "Kony 2012" a manera de reclamo y presión a líderes políticos para que arresten al tal líder rebelde.
Parece buena idea, sincera por el compromiso personal que tiene el narrador para con un protegido suyo, un chico de Uganda. Pero, por supuesto, hay gente que duda. Yo aún no decido, me falta leer mucho. Vi un videoblog dónde un tipo de unos 25 años da su opinión acerca de esta iniciativa. Sugiere que es un escudo para una organización de banqueros y plíticos de élite que quieren guiar a las masas a pensar en enemigos comunes para que de esa manera exijamos a los mandatarios alrededor del mundo, unirse entre sí, y si se puede, exigir un nuevo orden mundial, un sólo líder. Además es un seguidor de el candidato Ron Paul, y menciona que de esta manera también tratan de arruinarle la carrera siendo él el mejor postor para la presidencia de Estados Unidos. Ese es su análisis. Paranóico? Parece. Hay muchos, muchos videos relacionados a este Kony 2012: apoyo, duda, puntos medio, crítica. Se comenta que Kony ni siquiera existe.
Los problemas en África llevan años, demasiados. Siempre hay campañas, organizaciones reales de ayuda o gente llevandose el dinero. Todo está servido en la mesa para se runos putos desconfiados, no creer y no ayudar jamás por lo jodido que es averiguar, porque al final´, la mayor parte de nosotros somos máquinas programados para guiarnos por sentimientos. Si queremos paz apoyamos todo lo que diga paz. Razonamos, por supuesto! Pero todo nace de sentimientos, gustos y preferencias, no?
Leí por ahí (escucho y leo, regreso aquí a escribir) que este Kony murió en el 2006 o antes, que el video es para conseguirle más dinero a Invisible Children los cuáles sólo usan 31% para enviar a África y de eso, sólo el 8% es para ayudar a la comunidad, el resto es para mantenerse en sus lujosas instalaciones. Esto lo saco de un video hecho por los Anonymous. Confiable?
Como propaganda funciona esta iniciativa de Invisible Children, el material es sensiblero, real porque conocemos que estas cosas pasan en África hace mucho. Países en conflicto los hay demasiados.
Son las intenciones reales? Trampas? Las teorías conspiratorias son ciertas?
En el video se da a entender que la única esperanza es que algún país grande, en especial Estados Unidos, entre a invada Uganda y salve a todos. Me parece mala idea.
Dejen sus opiniones.

PD: En este posteo, caigo en la que me parece mala costumbre, de dejar clavadas dudas, de ser "crítico" pero sin presentar un criterio fijo y opinión con bases. Hay gente que sin más información se lanza a respaldar un proyecto, llenos de fe. A veces los cagan por confiados, otras veces logran un cambio. No siempre, pero la mayor parte del tiempo, soy frío e insensible para prestarme a este tipo de cosas, tal vez pienso demasiado y el momento de hacer algo se va.

Mentiras y Lugares.

-Piensa ya en mentiras y lugares.
Una mentira para salir de casa. Un lugar donde pueda llevarte.
Es muy grande la distancia que nos separa ahora, sin hablar de todo este tiempo en que no te he visto.
No, las fotos ya no bastan. Nunca han sido suficientes los recuerdos.
Un lugar donde llevarte... Nos gusta el campo, por la tranquilidad y frescura que inspira el pensar en árboles y campo abierto. Imagina una cabaña allí en medio y un riachuelo cerca.
Cliché? Por supuesto, lo digo sabiéndolo. Es que estoy tratando de inspirarte porque sé que así piensas. Yo sé que ese tipo de lugares ya casi no existen y más aún sé que alejarnos tanto de la ciudad no podríamos. Pero no pienses mal, no son estas calles las que nos atrapan, al contrario, quizá podrían escondernos. El verdadero problema son las obligaciones, el ir y venir de actividades que no provocan bienestar mínimo. Nosotros nos las buscamos, no? Pero aguantarlas es difícil.
Para mí, la realidad es menos romántica, si lo vemos del lado de mi proposición.
Un hotel. Ok, claro, entiendo la connotación sexual, y bueno, tampoco es que somos castos y puros, no? Sabemos lo que pasa cuando estamos juntos. Pero más allá de eso, propongo la soledad y privacidad.
El tiempo trae invitados indeseados a nuestro alrededor y separa manos que desean sujetarse.
Si yo pudiera ya estaríamos juntos en un mejor lugar.
La playa! Qué piensas de ello? Buena idea, lo sé. Y el tiempo? En qué fecha?
Proyectos que cumplir, mi trabajo, tu familia... etc.
Te llamo otro día, el teléfono se va a descargar. No, no estoy enojado, pero no es bonito no saber que hacer para tenerte cerca al menos una vez en la semana.
Ya sé que no es tu culpa, no me hables así.
Mujer, cálmate.
Ok, adiós, escribe cuando se pase tu berrinche. No eras la única con frustración encima!


Cuelgo y escucho más fuerte la música. Empeora mi humor tener una canción de Jennifer López sonando tan alto. Quiero tirarle el teléfono a ese televisor.
Frustración por no verte. Estas ganas intensas de ti. Me pongo mal a veces.

Dónde están los audífonos, carajo? Enredados en el bolsillo derecho, pendejito -me respondo-.

Le doy play a The Dark Side of The Moon entero y le va a seguir alguno de los álbumes de The Mars Volta.
Luego Dylan. Variaciones casi extremas.
Es una montaña rusa esta distancia.

Cuándo vas a escribirle otra vez? -me pregunta mi reflejo en el cristal-
Y canto "Money" para no contestarme. Si tuviera money me la llevo donde sea sin preguntar.
O la voy a terminar, mejor. Eso! Me quito la preocupación de buscarla y me quedo con la tristeza de no tenerla. Quizá se consiga otro que pueda sacarla todos los días. Y yo consiga una chica más cerca de casa.
Y bueno, de paso, una que le gusten las mismas canciones, o lea muchos libros.
Además de distancia física, están distanciados en intereses? -no dejo de hablarme-
Si, un poco, o bastante. Me ha dado algunas dudas o problemas, pero he dejado de lado porque la extraño más. Y no se enoja si leo en su presencia o escucho música sobre todo lo demás. Punto a favor.
Extrañarla es más fuerte, entonces...
Sí, la idea de dejarla no es buena aunque esté acostumbrado a la tristeza.
Y la soledad no es buena compañera, a pesar de que la conocemos bien.
Siempre estoy... estamos solos. Sabes bien que ella no ha cambiado eso. Su presencia física marca una gran, enorme, diferencia en mi estado de ánimo pero el resto es casi igual cuando se va.
Por qué "casi"?
Porque la diferencia con mi estado de ánimo pre-novia es que no tenía a quién extrañar, ni besos que me obsesionen, ni miradas de chiquita tierna.
Estás enamorado?
No entremos en esa conversación para no caer en las preguntas típicas como "qué es el amor? qué se siente?" etc. Lo que siento es que la quiero, me gusta verla. Cómo saber lo otro? son cuestiones de poesía y palabras, se llega al significado después de mucho, creo. No sé que más decirte.
Entonces la engañas al decirle "te amo", tú que siempre quieres decir las palabras correctas y verdaderas?
No sé si la engaño o no, pero quiero tenerla, puede ser egoísmo, es verdad, pero eso debe ser el amor, tanta definición romántica es mierda! Déjame en paz ya!
Tal vez lo mejor sería que ella te deje ya, no parecen avanzar, no sé, parecen encaprichados.
Y no es el capricho importante? Puedes tener razón...

Voy caminando para casa y me detengo a comprar una recarga para el teléfono. Voy a enviarle un mensaje a esta chica sensible, resentida, peleona...
No veo ninguna solución cercana ni romántica a este problema de tiempo y espacio (será esto relativo?).
Todo es relativo. Basta quejarse un poco, sacar la frustración y toca seguir pensando que hacer.

- Hola, te llamaba porque te extraño. No me gusta que te enojes, no lo hagas ya. Sí, no hay problema. Ok, también te amo... has pensado en mentiras y lugares?

miércoles, 7 de marzo de 2012

He entrado al mundo de los smartphones!
Bueno, no realmente. Un Samsung clase media que sirve mucho, pero falla en las dos cosas que más quería: Un bloc de notas para escribir largos, largos textos, como lo hacía en un viejo teléfono que falleció inesperadamente, ante mis ojos. La otra cosa es que el campo para escribir un mail, en el teléfono, es sólo de dos mil caracteres. No se puede escribir así. He enviado tres textos aquí, al blog, para ser publicados directamente y, oh, sorpresa! tienen fallas ortográficas, son muy cortos, sin campo a expresarme como me gusta. Tres posteos que no me gustan pero dejaré allí.
Las faltas de ortografía son mi culpa por tratar de escribir rápido en una pantalla táctil. Es culpa del teléfono limitar mis palabras. Tal vez, basandome en esas dos cosas, hice una mala compra. El teléfono me gusta, mucho, deleita mi egocentrismo. Entre sus puntos a favor está que puedo leer los blogs amigos, como el de Francesc, Germán o Mr. Blu. Puedo comentarlos, y leer Orsai también. Bajé un par de libros en .pdf para leerlos allí, la letra es pequeña pero sirve. La bataría se acaba y de nuevo sin nada.
A la computadora no se la supera aún, pero esto lo digo sin haber probado tantos otros gadgets que implementa infinitas novedades y aplicaciones para satisfacer a los exigentes. Me contaron que en los sistemas Android, una mujer puede descargar una aplicación para estar al tanto de cuando le baja la regla! Los calendarios, amigos míos, son obseletos ya.
MTV pasa un anuncio de una aplicación especial para iPhones: iCondon. Encuentras la tienda de condones más cercana al lugar en que estás.
Podemos discutir largo y tendido sobre la necesidad de cada cosa, su superficialidad, etc, pero para qué? Existen. Si quieres usarlas, consiguelas. Yo me quedo con este celular hasta cuando todos mis amigos y novia repitan la intervención de hace dos años, pidiendome que  deje ese teléfono con tonos polifónicos y blackberry. Y bueno, no funcionó. He mantenido mis principios y estoy lejos del vicio de la mensajería del BB. Otros vicios consumen mi tiempo, pero ese es un tema distinto.
En mi nokia anterior, (un celular excelente, con buenos parlantes, pequeña pantalla pero excelente resolución) podía escribir páginas y más páginas de texto, copiarlo y pegarlo donde quiera. Eso estoy buscando, pues es sencillo para mi escribir rápido en aquellos teclados.
Bueno, este fue un pequeño resumen de pensamientos que tenía amontonados y que no permitian al cerebro respirar.
Gracias y buenas noches.

martes, 6 de marzo de 2012

Líneas y movimiento.

Lei alguna vez que algo es hermoso si la inspiración llevó al artista a plasmar en lienzo (o cualquier material) el exacto momento en que la belleza fluía a través del viento. Una romántica definición. El romanticismo las facilita, por ejemplo, yo puedo "amarte infinitamente así como el tiempo abarca el cosmos que se oculta en el resplandor enamorado de tus ojos" pero si te digo que "te amo y te quiero en mi cama para besarte siempre, tenerte conmigo toda la vida y cuaidarte" vemos claramente la diferencia. Hay quién aprecia la segunda versión de mi ejemplo, quizá piense que es más realista; yo creo que cosa de ver más allá, una frase se oculta en la otra y la complementa. Si las tomas por separado y haces una detallada comparación, podrías concluir que cada frase obedece a contextos distintos y es válida bajo su propio nivel de romanticismo. Todo esto que he escrito viene a ser nada más que una introducción a un hecho gratamente encantador y sorpresivo, a la vez que bello. Al caminar hacia mi trabajo, delante y detrás, una decena de personas se mueve en contrarias direcciones. Inesperadamente, cuando estoy detenido por culpa del semáforo, en la acera del frente, veo el más magnífico movimiento corporal de una dama, una jovencita de delicada piel y forzada seriedad. Esa cara que trata de espantar sus miedos escondiendo la ternura que le es propia. Por qué digo "magnífico moviento"? Qué diferencia pude haber visto? Pues bien, quizá la diferencia fue el ambiente, la hora, una cantidad incontable de detalles que crearon escena marivollosa, directo en mi mente, bajo la dirección del tiempo y el espacio. Porque no respiré mientras su mano derecha se movía hacia delante, coincidiendo con una suave brisa. Pude haber pensado que el viento la movió, pero no, quitarle su voluntad es injusto, pues la decisión con que su pies aparecían uno delante de otro, dibujando el contorno de sus piernas y cintura en mi cara debe ser premidato, sino, cómo sería real?
Fueron segundos durante el cambio de luz del semáforo, el tiempo no se detuvo, no la vi en cámara lenta, no fue romántico pero si fue precioso. Fue mera inspiración mental aliñada con detalles? Una mujer de sutil caminar, con una brisa que parecía propia, grabada en mi mente. Mujer sin rostro, hecha de líneas en elegante movimiento.