lunes, 12 de marzo de 2012

Una de mis peores cartas. Stay away.

Hola, Sara...

Estaba en mi cuarto, solo y me atrapó una extraña sensación. Caminé por la sala, fui a la cocina, entre a orinar. Estoy completamente solo aquí, y a pesar de la sensación extraña, algo como intranquilidad, me siento mejor que estando acompañado. Por supuesto, si tu estuvieras acá me sentiría mejor.
Por eso vine a escribirte.
Mientras recorría la casa, y cada vez que paso por la sala, especialmente, recuerdo mis intenciones de pintar todas las paredes de negro. En una u otra podríamos hacer dibujos. Murales, graffitti dentro de casa. Pero la idea nunca te simpatiza. Debe ser porque conoces mis gustos. Tiendo a proponer pinturas o cuadros melancólicos, o al menos, que te producen tristeza. Sabes que a mí no. Es lo que me gusta. Dices que es porque me acostumbre a la soledad, bueno, entonces es en parte tu culpa, por irte siempre.
Pero no, nací solo y así me quedo.
Me explicas siempre que, entre cuatro paredes negras, no serías capaz de cogerme igual. Caray, acaso el color quita el deseo! Pues al parecer, sí. Gustos, gustos.
Recordé que sólo en la cama dices "malas palabras". Estoy sonriendo por ti ahora.
Eres extraña. Me susurras cosas sucias y a la mañana siguiente eres tan correcta.
A tu alrededor siempre controlo mi lenguaje, pero cuando no estás puteo a cada rato.
Gustos y costumbres.
Ya olvidé por qué te fuiste esta vez, no sé que tipo de trabajo estás haciendo o si al menos tienes internet para leer esto.
Sigo pensando en que si nos casamos, nos sentiriamos encerrados. No porque vayamos a prohibirnos algo, pero... siempre hay un pero.
Ya olvidé porque te fuiste esta vez y si vas a acostarte con otros mientras estás fuera. Me gustaría que no lo hagas.
Ayer vi un par de película porno. La primera comenzaba con un hombre solo, tal como yo lo estoy ahora. Pedía una pizza por teléfono. Treint minutos o gratis, le dijeron. Esperó y esperó. Al cabo de 40 minutos llegó una linda señorita pidiendo disculpas por el retrazo. La pizza debía ser gratis pero ella le rogó que le diera el dinero. Ella a cambio haría lo que el quisiera. Ahí empezó el sexo.
Todo tan típico. Hemos perdido la imaginación, eh! No sé porque se molestan en escribir estos guiones simples.
Mientras todo ocurría yo pensaba en mí, que es algo que hago muy bien.
Pensaba en que parece que te extraño.
Pensaba en mi falta de ánimo para salir de casa.
Pensé tambien en que soy un tonto por no haber recordado que puedo pedir pizza por teléfono. Ayer comí atún en lata y galletas. Bueno, tampoco es que tuviera tanta hambre, pero siempre es mejor comer pizza, uno de los mejores inventos de la humanidad.
Te imaginas que la pedía y media hora después, una señorita sexy, en moto, llegaba a casa y me preguntaba si podía comerla conmigo, dentro, en casa?
Vaya, debería ser guionista de pornos y dejar de lado eso de querer escribir novelas.
Y más aún, tú nunca me leerías, entonces, para qúe trato de convertirte en un personaje?
Pero no dejaré de escribir. Es obvio que no lo haría, si un e-mail o hasta un mensaje de texto mío es eterno. Las letras me quitan las sensación extraña que sentía antes de comenzar a escribirte esto.
Mis letras, las de otros.
Tengo un amigo que escribe buenas reseñas de libros y otro que recomienda todo lo que le cae en las manos. Tambíen hay una mujer, que me encanta, escribiendo sobre música.
Hoy me pasé mirando, por internet, pinturas de Miró, Dalí, Picasso, Rembrandt, Velázquez.
Leí cuentos de un escritor argentino, gordo, que no sé como se llama, siempre se me va el nombre, pero le han puesto millones de apodos.
Has escuchado a la banda Sigur Ross? (llevan signos raros sobre la U y la S, creo, y no sé ponerlos) Los escuché el otro día, me gustaron. Igual que Mogwai.
Justo ahora está en pausa "The Descendants" con George Clooney. Le gustó a uno de esos amigos que te comenté arriba que recomiendan cosas, y me decidí por verla.
Me ha gustado hasta ahora. Toda la película va desde la perspectiva del protagonista pero te dejan, por medio de planos amplios, basar bien las cosas sobre un terreno hermoso, como son las isalas de Hawai. Al principio vi como se cayeron un par de "cáscaras", o la máscara de Matt, el protagonista.
Comienza con buena música, luego su voz en off narrando la situación de una manera un tanto superficial, pero el espectador no quiere juzgar nada como superficial pues la tragedia envuelve todo el discurso. Él es optimista pero a la vez se queja de sus problemas, agravados por la situación de su esposa (está en coma).
De pronto se cae una máscara. La cámara enfoca fijamente su rostro mientras está en una reunión de negocios. Su monólogo interior ha ido pasando por cada una de sus actividades, dando vueltas alrededor del problema con su mujer e hijas, describiendo la monotonía de su vida. En la escena vez sus ojos, se hace el silencio y su voz cambia.
Está preocupado, le duele todo.
Por fin, sinceridad.
Palabras que ruegan se les otorgue un tono optimista cuando en realiad son una súplica a la vida por mejores momentos.
Escenas después cae otra cáscara. Entre sus dos hijas, con su relación problemática, se da cuenta que no tiene autoridad sobre ellas. Es tan sólo un nuevo conocido al que tratan como amigo y comparten la casa. Pero no tan grave como se escucha, pues se nota que se quieren. Son cosas de las edades. O es lo que quieren que pienses. Tú siguele la corriente.
La historia no es típica pues está bañada en momentos sinceros.
Son escenas no reales cómo cuando la niña intenta poner una película porno. En esta vida, fuera de la pantalla, no verías suceder, tan fácilmente, algo así. Y para eso son las películas. A lo que voy es que cada escena es como haber filmado lo que haríamos en verdad si nos encontraramos en aquella situaciones. Ahí no se refleja lo que hipocritamente haríamos, como lamentarnos y llorar a cada rato.
Acabo de subir para ver cómo comencé esta carta. Cuándo la leas verás que he escrito todo como si estuvieras escuchandome. Sí, no lo niego, es para espantar la soledad. Es un texto demasiado aburrido y largo. Si llegaste hasta aquí, te felicito. Yo no lo hubiera hecho, creo. Es más, ni siquiera me re-leeré para saber qe cad palabras esta correctamante escrita.
Hasta aquí llego. La sensación volvió, la cura no sirvió hoy.
Voy a recorrer la casa otra vez. En realidad necesito esa pintura negra.
Estoy sólo y tengo hambre, voy a abrir la última lata de atún porque sexys chicas entregando pizzas, no existen.
Voy a acostarme en el mueble. Quiero encontrar qué es lo que me duele dentro del pecho y espero que la mente no me grité que lo que me molesta es que te hayas ido.
Ah, por cierto, terminé el libro de Huilo Ruales que me recomendaste, "Qué risa, todos lloraban", estuve muy bueno. Luego te hablaré con más detalles.

Hasta luego, Sara.

PD.: Si te acuestas con alguien allá, donde sea que estés, no vuelvas. Si no lo haces, bienvenida a casa! Tráeme unos chocolates.

7 comentarios:

  1. Obviamente el fondo negro sigue presidiendo el ambiente de lo que escribes. Yo estoy sometido al torbellino multicolor de Treme, aunque muchos de esos colores están oscureciendo de repente. Sólo un par de horas y seré otra vez un ser de este planeta.
    Supongo que hay alguna referencia a mis entradas en el blog. Espero que te gustase The descendants ( a tí o al personaje del post). Aunque es otra de esas películas que de alegre no tiene nada.
    Saludos !!

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    1. No tengo nada en contra de los colores, es más, me gustan! Son tan... coloridos. (?)
      En este espacio sólo quiero entablar una lucha contra la oscuridad. Una lucha cordial. Gane uno u otro, sigo tranquilo.
      Me gustó The Descendants y la ví antes que mi personaje. Parte de lo que escribo allí es lo que pienso. Y que de alegre no tenga nada, pero que gestos o acciones de los personajes, te provoquen gracia, es una excelente combinación. Tengo pendiente ver "Media noche en París" de Woody Allen, alguna recomendación allí?

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  2. Hola!
    La verdad es que antes de escribir justo esto que estás leyendo dudé unos diez segundos. Porque sé que es lo que te voy a escribir y pensé por un instante que no debería meterme donde no me llaman. Pero al mismo tiempo (cuando habían pasado unos siete segundos) me dije "bueno, la carta es pública". Así que... ahí va.
    Me parece que las cosas nunca suceden en el encierro ni nos vienen a golpear la puerta. Lo mejor es salir a las cosas, a las posibilidades, al azar de la vida.
    Me parece que las chicas más interesantes son las que tienen muchas vivencias y camas diferentes. Yo la recibiría contento, sin ocuparme de averiguar si hizo esto o aquello. El amor debería tener brazos lo suficientemente grandes para abarcar y contener la vida y las fantasías de nuestra compañera/o.
    Estoy seguro que podrás invitar a alguien a dibujar tus paredes negras y hacer juntos una pizza.
    ¡Séxitos!

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    1. Vienes a decirle eso a un celoso obsesivo! No se hace, Germán. Jaja, bromeo. Tienes razón. Quién dijo que el amor sólo se encuentra en mil camas distintas cada noche? Mujer u Hombre, si no se ha vivido más fuera que dentro de casa, se está incompleto. Pero, cómo todo, es relativo y va de gustos.

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  3. Gracias por los comentarios. Pues sí, es un personaje el que escribió la carta, pero por supuesto, eso no quita que yo le haya puesto algunos de mis sentimientos. Es una mezcla entre una cosa y otra (lo de las paredes negras es mío! y lo de caminar por cada ambiente de la casa). Hay muchas cosas que puedo decir y escribir, porque las pienso, pero no son propias sino de otra parte de mí que no controlo, bueno, para eso son los personajes. Sara no existe, pero podría ser cualquier mujer nómada. Más allá de lo que yo piense o quiera de una chica, esto fue lo que salió. Es un texto-mentira-muy personal.

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  4. Es un texto genial, poco importa creo yo, si es personal o no. Gracias por esta lectura y la que ahora te voy a comentar, la que publicaste ayer, que también fue realmente hermosa.

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    1. Gracias a usted, señor, por ser lector y comentarista.

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