miércoles, 1 de febrero de 2012

Y esto, tan solo es mi imaginación?

Alguna explicación he de concederle a mi eterna nostalgia;
mi gran cansancio, el desconsuelo de mis manos, los ojos a medio cerrar.
Siento como si mi más grande amor se hubiera ido.
Como si hubiera terminado hace días con su vida
y yo recién me enteré.
O como si yo hubiera presenciado su muerte.
Su muerte la cuasé yo, quizás.
Tal vez sólo la extraño tanto que no sé que imaginar.
Y si la conociera... tan sólo si la reconociera
en este trágico sueño; si pudiera verla.
Siento como si la mujer más hermosa me hubiera traicionado.
Tengo ganas de llorar, ganas acumuladas
por cada hora que sufro su ausencia.
Porque yo la extraño desde hace años.
Porque yo la tengo ausente de mi alma; lo reconozco así
desde que tengo uso de razón.
Uso la razón hace tanto para explicarme idioteces terrenales,
que comienza a agotarse, también reconozco eso;
no parezco, ahora, igual de cuerdo.
Me siento enterrado, viejo.
Me acuesto en un ataúd que ella construyó a mi medida
mientras sonreía.
Sonreía porque era o es una puta que me vuelve loco; lo sabe.
Es una caja que ella armó, con ternura, mientras lloraba,
porque me fui y ella me quería tanto. Yo ni su nombre recuerdo.
Siento que perdí para siempre eso que los poetas llaman "amor".
Perdí lo que las películas intentan venderme.
Perdí lo que nunca he tenido, o que al menos tuve sin notarlo o darle importancia.
No sé que más hacer. Pongo canciones tristes para consolar penas y nostagias
que, me imagino, nacen del amor.
Voy, querida mía, linda amante, a llorarlo sobre tu hombro;
llorar mis imposibles, mis quimeras, mis pajas mentales.
Voy a desangrarme sobre tu pecho que me guarda, mujer enamorada,
y no sientas celos, no me mires con tristeza solo porque desfallezco por una ilusión.

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